Publicado el

El fondo de emergencia

Es común ver que muchos créditos financieros se anuncian preguntando: ¿Qué harías con tres meses de tu sueldo?, ésta idea nos hace imaginar todo lo que podríamos adquirir con esa cantidad de dinero en nuestras manos. Sin embargo, pocos o mejor dicho, nadie cree necesitar un fondo de emergencias y siempre pensamos “a mi no me va a pasar”.

Hay que prevenir un desembolso sacrificado cuando no se tiene el dinero suficiente. Motivo por el cual, es importante pensar en crear y mantener un fondo de emergencia como una reserva de dinero que será destinada únicamente, para afrontar sólo las situaciones  inesperadas. Esto debe permitirte hacer frente a cualquier eventualidad sin alterar tu presupuesto mensual, logrando cubrir tus gastos fijos.

Lo recomendable para inicar tu fondo de emergencia es que asegures por lo menos tres meses de tu sueldo, podrás incrementarlo conforme tu situación financiera mejore o si en el hábito del ahorro sigues destinando un porcentaje de tus ingresos a dicho fondo, aún después de haber alcanzado el monto que te hayas fijado como meta.

Ahora que sabes qué es un fondo de emergencia y para qué sirve debes saber cómo crearlo. Comienza haciendo un presupuesto de tus gastos contra tus ingresos, identifica qué gastos puedes reducir o eliminar; destina lo que hayas logrado disminuir al ahorro, define un porcentaje a tu fondo de emergencia y, tal vez otro tanto a alguna otra meta que desees alcanzar; finalmente, determina una fecha para lograr tu objetivo.

Pero otro aspecto que es importante considerar es dónde guardar tu ahorro. La respuesta es simple: en una institución financiera que te garantice disponibilidad inmediata y al mismo tiempo te permita ganar rendimientos mínimos, por encima del porcentaje de inflación, así como el poder acceder de manera rápida y eficiente a tu fondo.  

Si pones a trabajar tu dinero se generarán rendimientos más rápido. Tenerlo guardado reducirá la tentación de gastarlo. Vale decir también que en el caso de llegar a presentarse una emergencia y te ves en la necesidad de disponer de una parte o el total del fondo, lo recomendable es que incrementes el porcentaje que acostumbras a ahorrar cada mes. Sin importar que sea algo mínimo, así tardarás menos tiempo en recuperar lo que tenías. Con ello, se incrementa también el porcentaje destinado al fondo de emergencias.

Se sugiere contar con dos fondos de emergencia; uno de situaciones menores y otro de atenciones mayores, el primero podrá ser destinado a los eventos menos necesarios como la reparación de unas piezas del automóvil, y por tanto, menos significativas que los segundos como cubrir un tratamiento de salud costoso.

Por todo lo anterior, un fondo de emergencias es una excelente alternativa de entre muchas opciones preventivas que existen.

Finalmente, la creación de un fondo de emergencia es sencilla y siempre debe ir adaptada a tus ingresos, requiere constancia y disciplina porque deberás resguardar el dinero y no gastarlo en otros fines. Considera estos tres puntos: tu tolerancia al riesgo, tus necesidades actuales y tus gastos futuros. El fondo de emergencia debe verse como una inversión más de tu patrimonio. La mejor alternativa es que te anticipes y estés preparado para enfrentarlas.